Libertad iluminada

"La oscuridad llamó a la puerta, la luz abrió... y no vio a nadie"


"En Africá, los cazadores de monos, colocan una banana en una vasija, a la cual tapan y le hacen un agujero a un costado y luego se esconden. El mono huele la banana, se acerca al recipiente, mete la mano por el agujero y toma la banana. Al no poder sacarla y no querer soltarla, los cazadores lo atrapan. El mono, para ser libre sólo tiene que decidir soltar la banana, sacar la mano y seguir su camino; pero por creer que es única en el mundo esa banana, deja de ser libre y de vivir"


Aprendamos a hacer desaparecer la oscuridad, soltandonos de las experiencias poco positivas e incluso negativas que vivimos, para ser libres y seguir fluyendo en el río de la vida

Que sangre de mierda

Frívola la corriente envuelve la piel blanca erizada. Precipitando por la cornisa, desgarrando el aire con las puntas de los dedos, transportada por el vaivén del latido en su cabeza que traza con tiza transparente de la niñez, el contorno de sus palabras.

¿Cuánto nos cuesta no tener recuerdos de la inocencia? ¿Cómo distar un recuerdo de una concepción de nuestra imaginación, impulsada por el apetito de poseer recuerdo alguno?

Caída libre sin liberación. Desdibuja los reflejos de la oscuridad del final del abismo, en sus pupilas dilatadas por la verde e ilegal sensación de mantenerse flotando un poco más. Sólo un poco más...

Peregrinación sobre la cuerda floja, carente de cabos consolidados e impurificada con la sutil actuación de la convicción. Efecto tardío de soldadura de hierro, de arenas movedizas y cabalgatas sobre crines.

Y una vez en el fondo, agua... Y barcos, veleros, canoas, flotadores y troncos. ¿Qué más queda? ¿Qué más encuentra?

Sangre amarga que culmina en la desaprobación de las corridas de ideas y estilos de andanzas. Más piedras, más cercas... ¿Menos alas? ¡No! ¡Escindirse de alas jamás es una opción! Cortan el aire, elevan el alma, dan otra perspectiva y me acarician la espalda, porque se alimentan de la oposición...