Y es la primera vez ... (Parte III)

Y resulta imposible negar que si en las noches, al acostarse te abraza por detrás y envuelve con sus brazos tu cintura; el acto más incontrolable de tu cuerpo es, y siempre lo va a ser, darte la vuelta para admirar en un estupendo primer plano cada detalle de su boca, cada curva de sus pómulos, el enmarque perfecto que sus cejas le dan a sus ojos, que al dormir los deja entreabiertos para espiar tus labios.

Darte la vuelta para sentir su inhalación y su exhalación, profundas, acariciar tus mejillas y tu mentón; y que sus narices se reencuentren y se llenen de besos, y las bocas a penas se rocen como miedosas de tocarse.

Darte la vuelta para que se te escapen las manos y huyan a su cuello y se cuelen por detrás de su oreja con las inmensas ganas de acariciar su pelo y de llenarse del perfume de sus sueños. Darte la vuelta para que cada parte de sus cuerpos se den las buenas noches, y para que cada suspiro sea un "hasta mañana" tan simple que inhunda tu corazón de paz. Y cada parte de sus cuerpos que se toca te hacen saber que no hay espacio para más que ustedes dos entre las sábanas.

Y así... es imposible negar que detrás de estos actos de imantación corporal, se esconde el amor. El más tierno, el más puro. El que no toca, acaricia. El que no besa, rosa con los labios. El que no habla, lanza palabras de amor a través de las miradas.

" No me llenes de besos la boca... pero que todas las noche tus labios se despidan en mi frente"

By Maui